jueves, 30 de octubre de 2008

OSTRAS!!

Ha entrado eufórico y sonriente Tony por la puerta, mi buen comercial Tony con el que tuve la confianza de hablarle en serio y apostó con unas buenas condiciones de pagos en el primer pedido, estamos hablando de unos 500 libros, buen tipo. Viene contento a decirme si ya hemos recibido el depósito de Horas y horas, todas sus colecciones, unos 60 libros?, por ahí andará. Lo curioso de esto no es Tony, que siempre de algún modo ha sido así, y más desde que se hizo ese rizo a lo travolta africano que tan gracioso le queda. Lo curisoso es que acaba de irse Jose Manuel, el de Enlaces editoriales, lo que hace tan sólo unos meses era Logista –léase Planeta-, Alba editorial y la mayoría del fondo de Antonio Machado. En fin, esas cosas de centraliza y globaliza, una macro concentración de las grandes, salvo Itaca Taurus Alfaguara y ese conjunto que queda por ahí. Bueno, lo que iba diciendo, lo curiosos es que acaba de irse Jose Manuel metiéndome prisa con otro depósito de ensayos de ariel, nada despreciable por otro lado. La coincidencia de los dos tintinea en mi más allá, en ese abstracto de los negocios, del miedo, de la experiencia, de la música.

¡En el mundo de los libros, queridos vecinos, reina el ostracismo!. La reina de esta feria es una inmesa ostra arrepontingada en su concha y con deseo de vírgenes jugosas, vino, fiesta y maría, -¡viva la maría, por otro lado!-. Entonces, digo, dentro de 8 años preveen que el mercado del libro esté dominado por amazon, ipod, lectores electrónicos, papel de cristal vamos, con la misma textura que una hoja y que se puede leer sin problemas a pleno sol. Para entonces el mundo de los árboles habrá cambiado, y también nosotros, nosotros como sociedad, imagináos!!!!! En cada cacharrito de esos, del tamaño tres veces que un móvil, con apariencia de libro de bolsillo con solapa y cierre con goma, etc etc, caben miles y miles y miles y miles de libros.
Veo entonces miles y miles de libros de papel impreso, un almacén de babel gigantesco, multiplícalo por 50, hay que consumir. Tengo la impresión de pertenecer a ese mecanismo del pisoteo, no voy a consentirlo. No dejaré de vender libros de papel por ahora, pero al ritmo que pueda entender, controlar. Tampoco pienso frenar el ipod. Sea lo que sea haré algo.

Viene Julian con su bastón y su boina. Estamos de buen humor. Le mando a comprarme unas bombillas, estoy limpiando las estanterías por la parte de arriba y hay cosas que reparar. Quito el panel de las estrellas de luz, las estrellas de papel que vimos en Mallorca. Los casquillos están quemados. El paño con el que forramos la madera a pasado del amarillo limón a gris de biblioteca. Veo la rata dibujada en la portada del libro de Firmin que maravillosamente a editado Seix Barral. Tengo tanto trabajo que me pasaría el día entero aquí.

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